Existe una gran variedad de sabores de la kombucha en el mercado entre los que puedes elegir, pero ¿habías pensado cómo se consiguen todos esos sabores en la kombucha?
La fermentación cambia el sabor del té
El sabor del té recién hecho puede variar según el tipo de té utilizado, la calidad del agua, así como el tiempo utilizado para la infusión, entre otros. En general, el té recién infusionado tiene un sabor astringente, seco y amargo debido a la presencia de taninos en las hojas de té. Los taninos son compuestos fenólicos que se encuentran en las hojas de té y, justamente, son responsables de su sabor. Estos compuestos se unen a las proteínas de la saliva y hacen que, al tomar té, tu boca se sienta seca y adormecida. Los taninos también dan al té su cuerpo y su color oscuro.
Además del sabor astringente y amargo, el té recién hecho también puede tener notas sutiles de otros sabores, dependiendo del tipo de té utilizado. Así, por ejemplo, el té negro puede tener un sabor terroso y, a veces, malteado. El té verde, por su parte, suele tener un sabor más vegetal y fresco.
Cuando el té se fermenta para hacer kombucha, las bacterias y las levaduras en el SCOBY consumen el azúcar y otros nutrientes presentes en la infusión inicial. Durante este proceso, las bacterias producen ácido acético y otros ácidos orgánicos, lo que hace que el pH de la bebida disminuya dándole a la kombucha su característica acidez.
Pero, además de reducir el pH, la fermentación también puede reducir o eliminar los taninos presentes en el té. Esto se debe a que las bacterias y las levaduras en el SCOBY tienen enzimas. Éstas, descomponen los taninos en compuestos más simples y menos astringentes. Es por esto que, como resultado, la kombucha tiene un sabor menos astringente y más equilibrado que el té recién hecho.
Si eres de los que no te atrevías a probar kombucha porque no te gusta el té por su sabor, estamos seguros de que tienes que darle una oportunidad. Te aseguramos que te sorprenderá.
¿Cuándo es mejor saborizar la kombucha?
La kombucha se puede saborizar en diferentes etapas del proceso de fermentación, dependiendo del resultado que se quiera conseguir y de los ingredientes que se quieran utilizar.
En general se suele saborizar después de la primera fermentación, que es cuando el SCOBY ha consumido la mayor parte del azúcar y la bebida ha alcanzado la acidez deseada. En este punto, se puede retirar el SCOBY y reservar una pequeña cantidad de la bebida para utilizar como starter en el próximo lote de kombucha.
Después de retirar el SCOBY, las posibilidades son casi infinitas. Se pueden agregar frutas, jugos, especias, hierbas, flores u otros ingredientes. Los sabores que estos ingredientes aportan se infusionan en la bebida durante la segunda fermentación. Un proceso que suele durar entre uno y siete días, dependiendo del ingrediente que añadamos y de la temperatura ambiente en que se deje reposar la mezcla.
Saborizando la kombucha después de la fermentación primaria permitirá obtener una bebida más estable y predecible, ya que la acidez y la carbonatación serán más consistentes. Del mismo modo, permite tener un mejor control sobre el sabor y la intensidad de los ingredientes utilizados.
Sin embargo, también se puede dar sabor la kombucha durante la fermentación primaria. El proceso consiste, en este caso, en agregar los ingredientes saborizantes al té y al azúcar de la primera etapa de fermentación. Con esto, se consigue una kombucha con un sabor más complejo y una mayor profundidad de sabor, pero también puede ser más difícil de controlar y predecir, ya que los sabores pueden cambiar durante la fermentación.
En Mun Kombucha, hacemos una primera fermentación de hasta 30 días. Durante este periodo, damos tiempo a las levaduras y bacterias consumir y transformar el azúcar y los taninos en ácidos orgánicos. Cuando la kombucha está suficientemente fermentada, con un nivel de azúcar muy bajo, añadimos las frutas e infusiones que le darán un nuevo sabor y embotellamos, y dejamos que se produzca la segunda fermentación dentro de la botella. Es entonces, ya envasada, cuando aparece la fina burbuja característica.
Saborización de la kombucha en segunda fermentación
Sabores clásicos de la kombucha
El té verde es el té base más utilizado para hacer kombucha, ya que proporciona un sabor suave y ligeramente ácido que combina bien con muchos ingredientes. Quizás la kombucha más común es la que añade jengibre que, no solo le da un sabor muy peculiar que combina a la perfección con la carbonatación, sino que otorga propiedades antiinflamatorias y digestivas a la bebida. La kombucha de jengibre tiene un sabor picante y fresco y, sin duda, será tu preferida si te gustan las bebidas con un sabor fuerte.
Si buscas suavizar la kombucha, una opción perfecta es la manzana, que, a parte de aportar un toque fresco y afrutado, complementa bien la acidez natural de la kombucha. Nuestra kombucha Premium de la variedad Ginger combina estos dos ingredientes, el zumo de jengibre y el de manzana, consiguiendo una mezcla muy equilibrada que ya tiene una legión de seguidores.
El hibisco es una flor que se utiliza a menudo para hacer té, pero también se puede utilizar para elaborar kombucha. La kombucha a la que se añade la infusión de esta flor, también conocida como flor de Jamaica o karkadé, tiene un sabor floral y ligeramente ácido que puede ser atractivo ideal para los que apuestan por sabores exóticos. Nuestra combinación Hibiscus añade el dulzor de la granada para redondear la mezcla consiguiendo una kombucha golosa e increíblemente refrescante a la vez.
El mundo de la kombucha permite experimentar también con sabores menos comunes, pero igualmente interesantes y cargados de beneficios. Este es el caso de la kombucha de menta, la kombucha de lavanda o la kombucha de frutos rojos.
Sabores creativos de la kombucha
No hay límite al combinar sabores en la kombucha. Si eres de los más atrevidos y tu paladar pide innovación, te proponemos que pruebes nuestras creaciones más increíbles:
- Kombucha de hierbaluisa y pepino (Verbena): Si estás buscando un sabor refrescante y herbal, ¡prueba la kombucha de hierbaluisa y pepino! La hierbaluisa (también conocida como verbena de limón) tiene un sabor cítrico y herbal. El pepino, por su parte, es refrescante y suave. Juntos, crean una kombucha deliciosa y equilibrada.
- Kombucha de albahaca y té matcha (Green): Si eres un fanático del té matcha y la albahaca, ¡esta kombucha es para ti! La albahaca fresca aporta un sabor dulce y herbal, que se conserva con fuerza en el producto final; mientras que el té matcha agrega un sabor terroso y ligeramente amargo. Juntos, crean una kombucha única y deliciosa.
Sabores de la kombucha que nunca has imaginado
Si pensabas que habías probado todos los sabores posibles de la kombucha, ¡estás equivocado! En Mun no paramos de experimentar y crear para que nunca dejes de sorprenderte cuando pruebes nuestras kombuchas. Algunas de las posibilidades.
- Kombucha con lúpulo (Paleobirra): Si te gusta la cerveza, definitivamente debes probar la kombucha con lúpulo. Esta kombucha tiene un sabor similar al de una cerveza sin alcohol, con notas de lúpulo terroso y amargo. Según los expertos, su sabor recuerda a las cervezas lámbicas. Es una excelente alternativa para aquellos que buscan una bebida sin alcohol que sepa y que tenga un aspecto casi idéntico a una birra.
- Kombucha con lúpulo y limón (Paleobirra Lemon): Si quieres llevar la kombucha con lúpulo al siguiente nivel, prueba la combinación de lúpulo y limón. Esta versión saludable de una radler, contiene zumo de limón, que agrega notas cítricas y a la vez refrescantes a su hermana Paleobirra, convirtiéndola en una bebida perfecta para los días de calor.
- Kombucha con menta (Nojito): ¿Te encanta el sabor del clásico combinado mojito? Prueba nuestra kombucha con menta, con la que rendimos homenaje al famosísimo cóctel, pero sin alcohol. La menta agrega una nota refrescante y herbal a la kombucha, lo que la convierte en una bebida perfecta para poner punto y final a un día ajetreado, para terminar tus mejores comidas o, simplemente, para disfrutar con tranquilidad.
- Kombucha con agua de mar (Isotonic): Lo que nunca habías imaginado: la mejor bebida isotónica sin ningún ingrediente raruno. La conjunción es perfecta: las propiedades de la kombucha y las que otorga el agua de mar. Y lo bueno es que no sólo sirve para recuperarse, rehidratarse y remineralizarse después de practicar ejercicio. Sorpréndete e incorpórala también en tus aperitivos.
La manera más sencilla de personalizar tu kombucha
Si quieres ir por la vía rápida y disfrutar de una kombucha personalizada, puedes optar por comprar cualquiera de los packs disponibles en nuestra tienda online y seguir a pies juntillas alguna de nuestras recetas de cócteles, entre los que destacan:
- Mocktails, o cócteles sin alcohol: limonada saludable, mocktail con Hibiscus, espumoso con Ginger
- Cócteles con alcohol: cóctel Margarita, gin tonic, Moscow Mule
Cómo saborizar tu kombucha en casa
Si eres un amante de la kombucha, es posible que desees personalizar y saborizar tu bebida casera. Afortunadamente, existen muchas formas sencillas y deliciosas de hacerlo. Te contamos algunas opciones para que puedas crear sabores únicos y deliciosos para tu kombucha en casa.
Segunda fermentación
Uno de los métodos más populares para saborizar la kombucha es mediante la segunda fermentación. En esta etapa, puedes agregar tus ingredientes favoritos a la botella de fermentación, que pueden incluir frutas, hierbas, especias y jugos. La kombucha continuará fermentando durante este proceso, lo que permitirá que los sabores se mezclen y se desarrollen. Esta técnica es una forma fácil y efectiva de personalizar tu kombucha casera.
Añadiendo zumo de fruta
Si te encantan los sabores afrutados, puedes optar por agregar zumos de fruta fresca a tu kombucha. La acidez natural de la fruta ayudará a mejorar el sabor y también contribuirá a una segunda fermentación exitosa. Algunas frutas populares para agregar a la kombucha incluyen la manzana, la fresa, el arándano y la piña.
Dejando infusionar frutas
Otra forma de añadir sabor a tu kombucha es dejando que las frutas se infusionen directamente en el líquido. Puedes optar por agregar frutas enteras o cortadas en pedazos a tu kombucha durante la primera fermentación. La kombucha absorberá el sabor de las frutas mientras fermenta, lo que le dará un sabor único y delicioso.
Añadiendo infusiones
Las infusiones de hierbas y especias también son una excelente manera de añadir sabor a tu kombucha casera. Puedes agregar infusiones de té o hierbas directamente al líquido durante la primera fermentación, lo que le dará a la kombucha un sabor y aroma únicos. La canela, el jengibre, la menta y la lavanda son solo algunas de las opciones de infusiones que puedes utilizar para personalizar tu kombucha.
Hay muchas formas creativas de saborizar tu kombucha en casa. Ya sea que optes por agregar zumos de frutas, infusiones o experimentar con diferentes ingredientes durante la segunda fermentación, ¡la kombucha personalizada es una excelente manera de disfrutar de una bebida única y deliciosa!