Cuando empezamos, en 2015, el mercado estaba desierto. Fuimos pioneros. Y empezó la revolución.

De golpe, todo el mundo había ido a dar una vuelta al mundo o había viajado a países lejanos y había descubierto la kombucha.

Y como palomitas, surgieron marcas y más marcas que empezaron a comercializar té fermentado.

Te contaremos algo muy importante.

No somos los primeros. Pero no podemos permitirnos no ser los mejores.
Porque, cuando no eres el primero, te tienes que esforzar más.

Y es eso en lo que trabajamos continuamente.

No podemos permitirnos que un cliente no esté contento. Que le llegue tarde un pedido, que el mensajero le entregue su caja con una botella rota, equivocarnos preparando un encargo, que no encuentre el pack que le gusta en nuestra web o que lo recibido, simplemente, no cumpla sus expectativas.

Por eso tenemos tantas variedades y tantos formatos.

No nos podemos permitir no solucionar, de la manera más eficaz y rápida posible, cualquier incidencia que surja.

O responder directamente cuando algo no haya sido exactamente cómo esperabas. Incluso en domingo.

No nos podemos permitir fallar.
La excelencia es la única opción. Y está en nuestro ADN.

Queremos que siempre que necesites kombucha, pienses en nosotros.

Elaboramos kombucha después de descubrir esta bebida como una solución a un problema de salud y queremos echarte una mano a mejorar y potenciar la vuestra.

Eres nuestra principal prioridad.

No somos los primeros, pero sí que somos los que más nos preocupamos por ser los mejores. Los que ofrecemos un producto cuidado, de altísima calidad y 100% saludable.