La kombucha, o té de kombucha, es una bebida hecha a partir de té fermentado con muchísimos beneficios para la salud, según describen numerosos estudios científicos publicados. Entre otros, la kombucha contiene probióticos, mejora las digestiones y ayuda en la desintoxicación del organismo. La kombucha tiene una larguísima trayectoria. Empezó a elaborarse en la antigua China hace más de 2.000 años. La kombucha elaborada por Mun Ferments interpreta la receta ancestral para conseguir una versión super deliciosa y lo más saludable posible.
Menos es más. Agua, azúcar y té y un cultivo tradicional de kombucha (bacterias y levaduras). Solo 4 ingredientes. En el caso la kombucha de Mun Ferments: té verde, de la variedad Lung Ching, el más ecológico que se cultiva en el mundo. El azúcar, de caña y ecológico y el agua, filtrada.
No. Una kombucha de calidad debe estar envasada en vidrio o en lata libre de tóxicos (BPA free), no puede estar pasteurizada para no perder sus propiedades probióticas, debe tener ingredientes naturales y ecológicos y debe contener el mínimo azúcar posible. No busques más: las kombuchas de Mūn Ferments cumplen todos los requisitos.
No panic, please! El azúcar de caña es uno de los ingredientes de la kombucha. Para hacerlo es absolutamente imprescindible ya que el alimento que utilizan las levaduras y bacterias para fermentar. Sin azúcar no hay kombucha, pero en el producto final el azúcar solo queda una mínima cantidad residual, el que las bacterias no se han podido comer.
En el caso de nuestras kombuchas, la cantidad oscila entre los 0,1 y los 1,8 gramos por cada 100 mililitros.
Como en todos los fermentados, durante el proceso de elaboración de la kombucha se genera alcohol. Nuestras kombuchas contienen una cantidad muy pequeña: menos de un 1,2% de alcohol.
Muchos factores, incluyendo la temperatura ambiental, las concentraciones de azúcar en la fruta y la verdura que añadimos, la época del año o la fase lunar en que se elabora y la diversidad del cultivo, hacen que cada lote de kombucha que elaboramos sea singular. Pueden variar, pues, el gusto y la dulzura o la carbonatación. Es difícil controlar la naturaleza, ¡ya lo sabes!
La poquísima cantidad de azúcar residual que contiene, convierte a nuestra kombucha en la única artesanal y sin pasteurizar que no requiere frío para su conservación ni transporte. Solo necesitas un lugar alejado del calor para guardarla. Cuando la hayas abierto, ahora sí, consérvala dentro del refrigerador y bébetela en 7 días.
Tómalo siempre bien fresquito para apreciar mejor el sabor fabuloso que le da la segunda fermentación. ¡También notarás mucho más las burbujas que contiene!
No hay una hora ideal para tomarlo: en ayunas, sustituyendo un café a media mañana, antes de comer, con el almuerzo, a media tarde, después de practicar ejercicio… Déjate guiar por tu intuición y escucha a tu cuerpo. La mejor es tomar kombucha cuando más te apetezca.
Mun Kombucha es una bebida naturalmente probiótica y es necesario que lo tengas en cuenta si quieres consumirla habitualmente. Comienza con 100 ml diarios y, según tolerancia y gusto, aumenta la dosis. Lo importante es escuchar a tu cuerpo y saber lo que te sienta bien.
El proceso de elaboración es sencillo. En las kombuchas de Mun no hay trampa ni cartón. Y es que, con ingredientes simples, el procedimiento para elaborar la kombucha no podía ser más fácil.
Infusionamos el té, lo azucaramos y añadimos un cultivo de bacterias y levaduras, lo que se conoce como la madre o SCOBY (Symbiotic Colony of Bacteria and Yeast). En Mun dejamos fermentar durante 4 semanas. Antes de envasar, añadimos zumos de fruta o de verdura y / o infusiones. Es entonces cuando se produce una segunda fermentación en la botella y nace la suave burbuja.
La burbuja que contienen nuestras bebidas se genera de forma espontánea durante el proceso de fermentación. En concreto, durante la segunda fermentación, ya dentro de botella. Dejamos que la naturaleza trabaje y no intervenimos. Es por eso que, dependiendo de factores como los ingredientes o la estación en la que envasamos, la burbuja puede variar de un lote a otro y de una variedad a otra.
La fecha de consumo preferente de nuestros productos es de 12 meses desde la fecha de producción. Una vez abras una botella, recomendamos que la conserves en frío y la consumas en el plazo máximo 7 días. La kombucha no pierde propiedades con el paso de los días pero una vez abierta, puede variar de sabor y perder la potencia de la fina burbuja natural que contiene.
La kombucha tiene un sabor muy peculiar, que no tenemos en nuestro registro de sabores o que muy pocos tienen. Lo mejor es probarla para poder describirla. Es una bebida entre dulce y ácida con un toque avinagrado. Según las variedades, recuerda la sidra o el cava rosado.
Elaboramos nuestras kombuchas en nuestro obrador de Mataró, cerca de Barcelona. El clima suave de la capital del Maresme es ideal para elaborar la mejor kombucha del mundo, consiguiendo que adquiera sus propiedades durante todas las etapas de su elaboración.
Nuestros proveedores también son, en la medida de lo posible, de la zona y, todos, cuentan con certificado ecológico.
Si sufres SIBO, un sobrecrecimiento de bacterias en el intestino delgado, puede que la kombucha no te siente muy bien ya que se trata de un producto altamente probiótico. De hecho, cada mililitro de nuestras bebidas contiene alrededor de un millón de bacterias. Soluciona este problema de salud con la ayuda de un profesional y luego podrás tomar tanto kombucha como te apetezca.
En el proceso de elaboración de nuestras kombuchas no hay presencia de gluten. Es por esto que la bebida puede considerarse apta para los celíacos, como así lo demuestran los análisis periódicos que hacemos. Tampoco en el caso de la variedad Paleobirra, que combina kombucha con infusión de lúpulo. O su hermana Paleobirra Lemon. Ambas no contienen gluten ni otro cereal.
Todas nuestras kombuchas se elaboran con productos aptos para veganos. No contienen absolutamente ningún componente animal. Así pues, las kombuchas de Mun Ferments son totalmente aptas para aquellas personas que siguen este tipo de alimentación.
La kombucha es una bebida hecha a partir de té que se hace fermentar y que no pasteurizamos para que no pierda propiedades probióticas. Durante el embarazo y la lactancia, los especialistas recomiendan consumir productos que no hayan sido pasteurizados.
Asimismo, la kombucha es una bebida con muchas propiedades desintoxicantes. Es por todo esto que te recomendamos que consultes a un especialista antes de tomarla. Encontrarás más detalles sobre kombucha y embarazo y kombucha y lactancia en este post.
En Mun Ferments elaboramos (casi) tantas variedades como gustos existen. Si aún no nos has probado nunca y eres aventurer@, te aconsejamos que te hagas con un lote que te permitirá probarlas todas. Si lo que buscas es que te aconsejemos, empieza por la Natural, es nuestra variedad más neutra, ya que no añadimos ningún ingrediente en segunda fermentación, ni frutas ni infusiones ni especias. Posteriormente, cuando ya nos conozcas, escoge la que más ilusión te haga o las que más te gusten, porqué seguro que habrá más de una. Lee atentamente las etiquetas para saber los ingredientes y decídete por las que más te llamen la atención.
La kombucha tiene numerosas propiedades saludables que la han hecho perdurar a lo largo del tiempo. Entre otros, contiene probióticos naturales, ácidos orgánicos, enzimas y vitaminas. Sus principales propiedades: apoya la buena salud intestinal y mejora las digestiones, ayuda a la desintoxicación del organismo, potencia la inmunidad y da un toque de energía.
La kombucha está hecha a partir de té que se hace fermentar y, aunque en el producto final, queda muy poca cafeína (unos 5 miligramos frente a los 100 que lleva una taza de café), hay que tenerlo en cuenta cuando queremos dar-le a un niño. Así mismo, también hay que considerar el hecho que, como fermentado, contiene una mínima cantidad de alcohol, menos de un 1,2%. En un mundo lleno de refrescos, cargados de azúcar e ingredientes artificiales, un vaso de kombucha es una opción saludable. También se puede mezclar con agua fresca o con algún jugo de fruta o verdura para ofrecerlo a los más pequeños.
Buenas noticias! Si has detectado que en el fondo de la botella hay un poso, debes saber que es un signo de salud de tu kombucha. Son las levaduras naturales que han contribuido a la producción de las burbujas de kombucha. Tiene un sabor peculiar, pero aporta muchos beneficios para la salud. La sustancia sólida que puedes encontrar en el cuello de la botella es la madre de la kombucha. Decanta la misma cuando lo sirvas o tómatelo sin miedo porque está llena de vitaminas del grupo B! En cualquier caso te aconsejamos que no agites las botellas si no quieres acabar bañado en kombucha.