Tómalo siempre bien fresquito para apreciar mejor el sabor fabuloso que le da la segunda fermentación. ¡También notarás mucho más las burbujas que contiene!

No hay una hora ideal para tomarlo: en ayunas, sustituyendo un café a media mañana, antes de comer, con el almuerzo, a media tarde, después de practicar ejercicio… Déjate guiar por tu intuición y escucha a tu cuerpo. La mejor es tomar kombucha cuando más te apetezca.