kombucha índice glucémico

Consumir kombucha es mucho más que una moda. En Mun Ferments tenemos claro que si esta bebida milenaria ha sobrevivido más de 2.000 años, es porque sus consumidores han podido experimentar, de manera directa, los beneficios que les comportaba. Nosotros empezamos a elaborarla por salud y, justamente por eso, creemos firmemente en todo el bienestar que aporta a quienes optan por incorporarla a su día a día.

Aunque hay varios estudios que afirman que tomar kombucha es positivo para la salud al conseguir mejoras en las lecturas de glucosa en sangre, colesterol y presión arterial, y una función inmunológica, hepática y gastrointestinal, este mes de febrero se ha publicado el primer informe sobre un ensayo controlado sobre los efectos que esta bebida puede tener en humanos

El estudio, realizado por el Servicio de Investigación del Índice Glicémico de la Universidad de Sídney, contó con la participación de 11 adultos sanos con tolerancia a la glucosa e índice de masa corporal normales que fueron sometidos a un estudio cruzado, aleatorizado, controlado con placebo (agua con gas), que examinó las respuestas del índice glucémico (GI) y el índice de insulina (II) después de una comida estandarizada alta en hidratos de carbono. Esta comida estuvo acompañada con tres bebidas de prueba diferentes: agua de soda, refresco de limonada dietética y kombucha sin pasteurizar.

La metabolización de los carbohidratos, más fácil con kombucha

Los resultados obtenidos apuntaron que consumiendo agua de soda o refresco sin azúcar, no hubo diferencia estadísticamente significativa en glucemia e insulina. En cambio, cuando los participantes consumieron kombucha, las respuestas glucémicas e insulínicas posprandiales agudas se redujeron considerablemente. 

Los mecanismos de acción de estos efectos, apunta el análisis, no están claros. Es probable que ocurran a través de múltiples procesos que incluyen mejoras en la microbiota intestinal y la función de las células beta de los islotes, inhibición de la inflamación y la resistencia a la insulina y una reducción del daño a la barrera intestinal.

En este sentido, el estudio sugiere que los polifenoles, los ácidos orgánicos, como el ácido acético y el glucónico, y los microorganismos vivos presentes en la kombucha, además de ralentizar la velocidad de digestión y la absorción de los carbohidratos, podrían ser responsables de atenuar la respuesta glucémica.

Se trata de un estudio con una muestra pequeña, pero en humanos -hasta ahora sólo se habían comprobado efectos en animales- pero que abre nuevas perspectivas. De hecho, los investigadores consideran que, después de estos resultados, se justifican más estudios que examinen los mecanismos y los posibles beneficios terapéuticos de la kombucha sobre la glucemia posprandial en diferentes poblaciones.

No todas las kombuchas son iguales

Coincidimos totalmente con la opinión apuntada en el resumen del estudio que apunta que los resultados no pueden extrapolarse a todas las kombuchas, ya que pueden variar el té utilizado, las especies de bacterias y levaduras presentes en el cultivo iniciador y las condiciones de fermentación específicas.

Nuestra aportación pasa por recordar que no todas las kombuchas son iguales y que es muy importante escoger una que cumpla unas premisas muy concretas: que esté elaborada siguiendo el método tradicional, que sus ingredientes sean reales y ecológicos y que tenga el producto final tenga el mínimo azúcar residual. Factores importantísimos a tener en cuenta que, ya sabes, cumplen con creces, todas nuestras variedades.

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