¿Azúcar en la kombucha? El mínimo, gracias

Empezamos a elaborar Kombutxa por una cuestión de salud personal. Jordi, fundador de Kombutxa, fue diagnosticado con síndrome de Gilbert a los 13 años. No es una dolencia grave ni tampoco muy corriente ya que sólo la padece entre el 5 y el 10 % de la población. Sin embargo, compromete, en diferente grado, la desintoxicación a través del hígado.

Tras años de dietas, de medicación, de búsqueda para encontrarse mejor de sus problemas: cefaleas, dolores musculares y cansancio básicamente, Jordi llegó hasta el mundo de los fermentados. Con estos, la kombucha. Un té con un nombre raruno y con mucha historia a sus espaldas, con el que, por fin, consiguió reconducir su salud. Tenía que probarlo todo el mundo. Todos tenían que experimentar sus beneficios. Así que, Jordi, ingeniero de profesión, decidió emprender y crear una brewery de kombucha para elaborarla y comercializarla.

Con toda esta historia alrededor de la salud, la bebida que tenía que crear debía cumplir una premisa imprescindible: tenía que ser deliciosa, sí; pero también lo más saludable posible. Un concepto sólo casa con ingredientes 100% naturales, de primerísima calidad y con certificado ecológico. Pero también con envasar en un material inerte que no afectara al contenido, como el cristal. Y, sobretodo sobretodo, una bebida bajísima en azúcar.

Nacía Kombutxa. Respetando absolutamente la receta original con más de 2.000 años, se lanzaba al público en general una bebida natural, ideal como recambio a los refrescos azucarados. Terapeutas, médicos inmunólogos, ingenieros, enólogos… Detrás de Kombutxa había y continúa habiendo muchísima investigación.

Actualmente hay 6 variedades de Kombutxa en el mercado. 6 sabores totalmente innovadores y sorprendentes que cautivan a miles de consumidores. La variedad que más azúcar residual contiene es la Natural, sin añadidos en segunda fermentación. Y cuando decimos más sólo son 1,8 gramos de azúcar por cada 100 mililitros. El resto, y estamos superorgullosos de poder decirlo, no llega al gramo de azúcar por mililitro.

Tan poco azúcar lo convierte en el único elaborado con el método tradicional, sin pasteurizar, que no necesita frío para su conservación y transporte. 

Escoger una kombucha y apostar totalmente por la salud nunca te habrá resultado más fácil. La encontrarás en nuestra tienda online y en más de 4.000 establecimientos.

 

 

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